Octubre 11, 2007: Prueba sorpresa: defina hueco ondular o undular bore, en idioma inglés.
Si su respuesta incluyó palabras tales como aburrido o fastidioso (por la palabra bore, en idioma inglés), intente de nuevo. O si lo prefiere, haga un clic sobre la siguiente imagen para ver un hueco ondular en plena acción.
Esas gigantescas ondas, denominadas "ondas de hueco ondular", fueron fotografiadas el 3 de octubre cuando surcaban el cielo de Des Moines, Iowa. (Crédito de la fotografía: KCCI-TV Des Moines e Iowa Environmental Mesonet SchoolNet8 Webcam.)
"Wow, ¡esa estuvo excelente!", dice Tim Coleman, el investigador de ciencias de la atmósfera del Centro Nacional para Ciencias del Espacio y Tecnología (NSSTC, por su sigla en idioma inglés), en Huntsville, Alabama. Coleman es experto en fenómenos de ondas en la atmósfera y está convencido de que los huecos ondulares son mucho más comunes e importantes de lo que se pensaba.
Pero primero, Iowa: "Estas ondas se crearon a partir de un conglomerado de tormentas que se aproximaron a Des Moines desde el oeste", explica. "En aquel momento, una capa estable de aire frío yacía sobre Des Moines. Las tormentas que se acercaban perturbaron el aire, creando de ese modo una especie de ondulación muy parecida a la que se observa cuando se arroja una piedra a un lago".
Los huecos ondulares son un tipo de "onda de gravedad" (se los llama de esta manera porque la gravedad es la fuerza restauradora esencial para que se produzca el movimiento de ondas). Analogía: "Todos estamos familiarizados con las ondas de gravedad que provocan los botes sobre el agua", señala Coleman. "Cuando un bote navega en un lago, el agua en la parte delantera de la embarcación es impulsada hacia arriba. La fuerza de gravedad atrae el agua hacia abajo y esto es lo que ocasiona la ola".
Haciendo el papel de bote, las tormentas que atravesaron Iowa el 3 de octubre dieron origen a un "tren" de cuatro ondas. "La imagen del radar NEXRAD las muestra maravillosamente bien".
"En esta imagen, el color verde representa los vientos que se acercan al radar, mientras que el color rojo indica que los vientos se están alejando", explica Coleman. De hecho, los habitantes de Des Moines pudieron percibir este ir y venir de la brisa a medida que las ondas cruzaban el cielo sobre ellos. "Las banderas flameaban en una dirección durante la cresta de la onda, luego dieron una vuelta de aproximadamente 180o y comenzaron a flamear en dirección opuesta durante la depresión".
¿Qué es lo importante de todo esto?
"Quizás los huecos ondulares estén desempeñando un papel sorprendente en los fenómenos climáticos extremos", dice Coleman.
"Para empezar, nosotros creemos que los huecos ondulares pueden amplificar los tornados". El investigador menciona como ejemplo un tornado de categoría F5 que recorrió las afueras de Birmingham, Alabama, en abril de 1998. "Al principio, el daño que generó el tornado fue relativamente escaso. No obstante, según lo que demuestra nuestra investigación, justo antes de que llegara a Birmingham, chocó contra un hueco ondular". Esa onda lo hizo girar y entonces aumentó su intensidad y su tamaño. El tornado destrozó más de 1000 hogares y comercios y generó un total de 200 millones de dólares en pérdidas. Las interacción entre los tornados y las ondas es el tema de disertación de Coleman, quien actualmente se encuentra finalizando un doctorado bajo la dirección del profesor Kevin Knupp, de la Universidad de Alabama-Huntsville.
"Además", dice, "podrían ser fuente de tormentas". Así es, las tormentas pueden generar estos huecos ondulares y dichos huecos ondulares les devuelven el favor. "Estas ondas agitan la atmósfera causando inestabilidades que pueden iniciar y mantener tormentas severas".
Son muy pocas las personas que han presenciado un hueco ondular. Sin embargo, Coleman está convencido de que el fenómeno es muy común. "Prácticamente todos los meses, un hueco ondular pasa sobre alguna parte de Estados Unidos", estima. En general, ocurren durante la noche cuando las inversiones de temperatura crean una masa de aire frío estable cerca del suelo (parecida a la capa observada sobre Des Moines), lo que produce las condiciones perfectas para que ocurran las ondas.
"El año pasado, justo frente la puerta de mi casa, vi un hueco ondular que se iluminaba con la luz de una luna casi llena, fue genial", dice Coleman.
Las ondas promedio miden alrededor de 8 kilómetros de cima a cima y se trasladan en el firmamento a una velocidad de entre 16 y 80 kilómetros por hora. "Sí, se las puede perseguir con un automóvil —pero no lo recomiendo". Las ondas no siempre viajan a lo largo de carreteras ya establecidas.
No obstante, y por si acaso desean perseguir una de ellas, los colegas de Coleman, liderados por Kevin Knupp, tienen una estación meteorológica móvil que los espera en el estacionamiento del NSSTC. El MIPS (por su sigla en idioma inglés y cuyo nombre en idioma español es: Sistema Móvil de Perfiles Integrados) está equipado con un radar, un láser, un radiómetro de microondas y otros instrumentos que se utilizan para medir el viento, la temperatura, la presión, los aerosoles y el contenido de vapor de agua en columnas verticales de hasta 10 km de altura.
"Me muero de ganas de ver la próxima onda", dice Coleman, sin aburrirse en lo más mínimo.
Créditos y ContactosAutor: Dr. Tony Phillips Funcionario Responsable de NASA: John M. HorackEditor de Producción: Dr. Tony Phillips Curador: Bryan Walls Relaciones con los Medios: Steve RoyTraducción al Español: Iris Mónica VargasEditor en Español: Angela Atadía de BorghettiFormato y Contenido: Carlos Román
El Directorio de Ciencias del Centro Marshall para Vuelos Espaciales de la NASA patrocina el Portal de Internet de Science@NASA que incluye a Ciencia@NASA. La misión de Ciencia@NASA es ayudar al público a entender cuán emocionantes son las investigaciones que se realizan en la NASA y condaborar con los científicos en su labor de difusión.
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